Nunca aprendí a escribir - Aragon y Barthes

 Dentro del texto de Barthes se hace alusión a la escritura como si esta tuviese una particularidad de ser arte. Por esa misma cualidad es que el mismo no se considera un escritor, sino mas bien un artista, no por crear figuras, ni mucho menos, sino porque su cuerpo goza al escribir, le resulta extremadamente placentero hendir ritmicamente una superficie virgen. Con "ritmicamente" se refiere a que hay muchas ocasiones en las que la escritura no demuestra ni dice nada, pero su ritmo es el protagonista de la obra. Este ritmo denota magia, un símbolo, la huella de esa hendidura. 

Esta escritura que denota infinidad de sentimientos, nació de una necesidad social, de exigencias comerciales. Esta vinculada a la división de clases, entendido esto como una forma de superarse día a día y de tener una meta, igualar o ser mejor que el otro. Es por eso que también esta relacionada a la lucha entre clases. La escritura es una herramienta que ayuda a combatir la dominación y la diferencia de clases. 

A diferencia de Barthes, que idealiza a la escritura con un sentimiento de poder y liberación de la dominación,  Aragon pone énfasis en que la escritura no se creó  para las pretensiones de los adultos, sino mas bien, para fijar las ideas de uno mismo, plasmar en una superficie nuestros secretos y que estos sean eternos.



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